Coleccionando el cine Fraga

Hace ahora 20 años, el 28 de junio de 2001, cerraba para siempre sus puertas el cine Fraga tras 53 años de historia. La colosal sala con 1.758 localidades quedaba para siempre en el recuerdo de miles de vigueses, que descubrieron el cine en sus butacas. Pero todavía hoy esas generaciones nostálgicas pueden revivir los viejos tiempos, porque en diversos portales de Internet están a la venta los despojos del antiguo cine vigués, convertidos en objeto de coleccionista. De hecho, es posible poner en tu casa una de aquellas butacas por unos 250 euros. En Todocolección y en Milanuncios las encontramos restauradas pero conservando su madera original en roble americano y nogal, con su tapizado en rojo y el trabajo de filigrana en los reposabrazos.

Muchos recordarán que las entradas del Fraga tenían cuatro categorías: Entresuelo, Principal, Patio y Delantera Principal. Una de ellas era lo que la gente llamó el “poleiro” de toda la vida, que era el más barato, el más ruidoso y el más alejado de la pantalla, aunque con la diversión ocasional añadida de poder arrojar cosas a los del piso de abajo.

En internet, en las páginas de coleccionismo y subastas, se venden los viejos tacos de entradas. Un lote de doce, de los años 60 y 70, puede adquirirse por ocho euros. También se venden los antiguos afiches, que la empresa Fraga editaba para promocionar sus estrenos. Estos días encontramos los de la película “Mogambo”, que se publicita como “prodigiosa, sensacional, emotiva, enternecedora, auténtica”. Se declara “Apta para todos los públicos”, para lo cual la censura franquista tuvo que convertir un adulterio en un incesto. Los de la tijera transformaron el matrimonio de Grace Kelly con Donald Sinden en una pareja de hermanos, para que el público no se alarmase cuando la futura princesa monegasca se liaba con Clark Gable… pero el resultado no pudo ser más chapucero.

También encontramos los afiches de la película “El hidalgo de los mares”, con Gregory Peck y Virginia Mayo. “Admire esta extraordinaria superproducción en maravilloso Technicolor sobre la pantalla panorámica y con sonido en relieve”, reza el folleto, uno de tantos que cada semana la empresa Fraga distribuía por Vigo para promocionar sus estrenos. “El sol nunca se puso en su mundo de aventuras”, leemos en el dorso del afiche.

Pero la pieza más espectacular a la venta actualmente es la propia cartelera, en madera y cristal tintado, del hall del cine Fraga. Se vende en Todocoleccion.com al precio de 6.500 euros.

Hay también a la venta las viejas revistas que editaba el cine para anunciar su cartelera. Y los rótulos que indicaban los diferentes espacios. Uno reza “Butacas Entresuelo Impares” y otro señala el despacho de “Dirección”. Hasta hace poco, estaba a la venta otra pieza singular: la báscula en la que se ha pesado medio Vigo. Esta maravilla de la mecánica estaba situada en el hall del cine y señalaba las pesadas introduciendo una moneda de cinco céntimos. Por una ranura, ofrecía el peso impreso en un cromo de artistas de cine para coleccionar. No pocos niños se habrán pesado en esta vieja máquina, con su rótulo de la Seitz Werke Kreuznach Gmbh, que tenía un original mecanismo interno que permitía picar el pesaje en las estampillas. Esta pieza se vendía por 2.400 euros hasta hace unos años, pero parece que ya ha encontrado comprador.

Así que, veinte años después de su cierre, todavía es posible comprar las viejas reliquias del cine Fraga. Que nos devuelven la nostalgia de la edad dorada del cine y de una sala que sigue en la memoria de varias generaciones de vigueses.

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