“Eres el dueño y puedes hacer lo que quieras pero no puedes ir contra la concesión que has dado”, ha declarado el propietario del club. Mouriño ha puesto como ejemplo que el contrato firmado por ambas partes contemplaba un nuevo determinado de localidades que posteriormente se ha visto reducido y que todavía puede ser más pequeño aún con la eliminación de filas en la grada de Río Bajo.
Este es uno de los “tremendos incumplimientos” que el Celta ve en la reforma de Balaídos y que tienen a la directiva celeste “muy preocupada”. “Veremos dónde termina todo esto”, apuntó. “No estamos improvisando, lo tenemos bien meditado”, añadió.
Entre las deficiencias del estadio, muchas de ellas enumeradas este lunes a través de un comunicado, se encuentra la iluminación, que ya ha derivado en dos multas de La Liga, que podrían acarrear sanciones mayores –incluso una pérdida de puntos en la clasificación si la competición así lo aprobara-. A este respecto, Mouriño también ha dejado entrever que el Celta tendría que buscar otro estadio para jugar si se clasificara para la UEFA, donde las exigencias lumínicas son aún mayores.
Mouriño también ha esgrimido un informe independiente en el que se recogen los múltiples problemas que han surgido de la reforma que está acometiendo el Concello de Vigo. “Es increíble lo que aquí nos ponen y no quiero recordar que se habla del mejor estadio del mundo”, señaló.