Dicho aviso se recibió a las 01:30 horas del pasado sábado, momento en el que una patrulla se desplazó hasta el lugar, cuyo nombre no ha trascendido. Allí, los efectivos desplazados comprobaron por sí mismos que efectivamente había adolescentes bebiendo alcohol y, además, vieron que dentro del local la gente estaba fumando.
En el establecimiento también se estaba emitiendo música con amplificación sin que aparentemente los dueños tuvieran licencia para ello. Igualmente, entre las comprobaciones realizadas, se descubrió que la empleada que estaba trabajando carecía de contrato.
Por todo ello, los agentes cursaron las correspondientes denuncias a causa de todas las infracciones detectadas.