De inmediato, una patrulla de Seguridad Ciudadana, adscrita al Grupo Operativo de Apoyo (GOA), llegó a la altura del número 12 y allí observó a un grupo de personas que discutía “acaloradamente al tiempo que se empujaban entre sí”, según informa el cuerpo municipal.
Inicialmente, los policías separaron a los implicados para que depusieran su actitud pero uno de ellos continuó “en su disposición de agresividad y se encaminó hacia los agentes para decir a gritos que era un ciudadano americano”. Cuando se le requirió su identificación, el sujeto mostró una “rotunda negativa”, diciendo que los españoles eran una “puta mierda” y que “no me identificaré ante la Policía de España”.
Los efectivos desplazados insistieron en su petición pero, lejos de acceder, el individuo respondió lanzando dos puñetazos, que fueron esquivados por los agentes. Ante esta actitud se procedió a su detención por negativa a identificarse y por un delito de atentado a agentes de la autoridad.
La patrulla trasladó al arresto al Punto de Atención Continuada (PAC), donde acabaron cayéndose todos al suelo a consecuencia de la “extrema agresividad” que presentaba el arrestado en su intento de lanzar patadas contra los facultativos que le intentaban atender y suministrar un calmante que ayudara a su sedación. Una vez controlado, se determinó su ingreso para someterle a una mayor y más extensa exploración.