Según informaron a VIGOÉ fuentes policiales, los hechos se registraron el pasado lunes en una vivienda unifamiliar del barrio de A Salgueira, próxima a la Carretera Provinvial. La víctima, a la que ya habían robado una importante suma de dinero hace unos días, fue asaltada alrededor de las siete de la tarde, en esta ocasión por tres personas.
En el interior de la casa, fue sometido durante horas a una brutal paliza para conseguir dinero y joyas que ellos suponían que tenía en su domicilio. Ante la resistencia del hombre a confesar el lugar donde escondía el botín que buscaban, le cortaron una oreja con un cuchillo. A pesar de las torturas a las que fue sometido, no llegó a descubrir su supuesto escondite y los asaltantes optaron por abandonar la casa. Antes de huir, lo maniataron con bridas, lo encerraron en un galpón situado en la finca y le avisaron de que habían dejado la oreja en un frigorífico.
Alrededor de las diez de la mañana del martes, un vecino que salía de su vivienda escuchó los gemidos del hombre y acudió en su ayuda. Tras dar aviso a la Policía, la víctima fue trasladada al Hospital Álvaro Cunqueiro, donde ingresó con numerosas contusiones, sobre todo en la cabeza y en la cara. En el centro médico se procedió a reimplantar la oreja, aunque fuentes médicas señalaron que tenía escasas posibilidades de salvarla.
Una vez superado el postoperatorio, el hombre abandonó la Unidad de Reanimación y fue trasladado este miércoles a planta en buen estado.
Agentes de la Policía Judicial de la Comisaría de Vigo investigan ahora los últimos movimientos de la víctima en busca de pistas que puedan llevar hasta los autores del asalto. El hombre está viudo y reside con un nieto que ese día no estaba en casa, por lo que los investigadores sospechan que la vivienda estaba vigilada y que los captores tenían información precisa sobre el anciano.