Una vez que llegó una patrulla, dieron aviso del suceso a los bomberos y a los servicios médicos de emergencia. Los policías desconocían el estado psicofísico del ciudadano, por lo que intentaron tranquilizarle y hablar con él desde el exterior.
Cuando llegaron los bomberos, colocaron un colchón de seguridad en la vía pública, para amortiguar el golpe en caso de caída.
Los agentes, que no cesaron de tranquilizar y dar apoyo al ciudadano, observaron cómo su postura “se iba relajando, llegando a sujetarse con uno de sus brazos en el hierro del tendal”.
En un momento determinado, el hombre perdió el equilibrio y se precipitó hacia la vía pública tras golpearse ligeramente contra un tendal exterior. No obstante, cayó sobre el colchón.
Aunque aparentemente sólo resultó herido con rasguños fue trasladado por una ambulancia a un centro asistencial. El sujeto es un vecino del barrio de 41 años.