Según informó la Comisaría de Vigo, los hechos tuvieron lugar la pasada madrugada, cuando se recibió en la Sala Operativa del 091 una llamada de varios vecinos que alertaban de que en la calle
Monforte de Lemos una menor de edad estaba a punto de caerse al vacío a través de una ventana situada en la tercera planta de un edificio.
Varias patrullas acudieron al lugar y solicitaron la presencia de bomberos y ambulancias. Los primeros agentes en llegar fueron avisados por numerosos vecinos, quienes les gritaban a voces que en una ventana de la tercerca planta había una niña que intentaba salir al exterior. Además, varios de ellos intentaban hablar con la pequeña para que no saliera y volviera al interior del domicilio.
«Los agentes golpearon la puerta del portal y lograron forzarla, tras lo que subieron al piso y llamaron insistentemente a la puerta de la vivienda, pero al ver que estaba perfectamente cerrada y que no abría, intentaron forzarla infructuosamente, por lo que utilizaron la pata de cabra de un vehículo policial para romperla», explica la Comisaría en un comunicado.
Tres agentes accedieron a la vivienda y uno de ellos vio a una niña de cuatro años que tenía la rodilla apoyada en el alféizar de la ventana y medio cuerpo en el exterior, logrando sujetarla instantes antes de precipitarse al vacío. «Tras intentar tranquilizarla, ya que estaba muy nerviosa y asustada, ésta les manifestó que su padre se había marchado con su hermana menor del domicilio, dejándola sola», añade la Policía.
La niña afirmó a los agentes que no era la primera vez que sucedía y en ese momento llegó al domicilio el padre de la menor acompañado de otra niña de poco más de un año de edad, «mostrándose molesto» por la presencia policial.
A preguntas de los policías, aseguró que había salido «un momento para ir a la farmacia a comprar unos medicamentos», aunque al observar que no llevaba ningún paquete con medicinas e interrogarlo, el hombre «se quedó bloqueado y empezó a dar datos contradictorios».
El hombre tampoco pudo confirmar el paradero de la madre, aseguró desconocer la dirección del domicilio o el teléfono de la suegra, donde podría estar, y dijo que no tenía manera de contactar con su esposa.
La Policía comprobó que la suegra vivía en las proximidades, por lo que uno de los vehículos policiales acudió a dicho domicilio en compañía del hombre al tiempo que otro quedaba en la vivienda a cargo de las menores. Una vez en el lugar los agentes identificaron a la madre y le informaron de lo sucedido, regresando con ella al domicilio para que se hiciera cargo de las niñas.
Una vez las pequeñas fueron entregadas a la madre se procedió a la detención del hombre y a su posterior traslado a dependencias policiales. El detenido pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 6 de Vigo en funciones de guardia.