La investigación para dar con el sospechoso se inició el pasado 25 de julio, cuando un hombre denunció en la comisaría de Vigo que el día anterior había dejado su automóvil estacionado en un parking de Urzaiz y que cuando se acercaba para recogerlo observó que el asiento del conductor estaba abatido.
Al abrir el coche se dirigió al malero y comprobó que le faltaban un ordenador, una mochila técnica para material fotográfico que contenía un cuerpo de cámara valorado en más de 2.500 euros, dos objetivos, un flash, tres discos duros, seis tarjetas de memoria y componentes electrónicos, superando todo ello los 9.000 euros de coste.
En un primer momento los investigadores realizaron diversas comprobaciones en páginas web de compraventa de artículos entre particulares, así como por los canales de venta especializados en este tipo de efectos y en artículos de segunda mano.
Al no lograr avances sobre el caso optaron por comprobar los antecedentes de los propietarios de los vehículos que en ese intervalo de tiempo habían utilizado el parking, saltando la alarma sobre un hombre que había estacionado en una plaza cercana.
Trece antecedentes
Inmediatamente se elaboró un dispositivo que permitió la localización y control de este sospechoso, durante el cual los agentes comprobaron que tenía en su poder todos los objetos robados. Tras la detención, los objetos fueron devueltos a su legítimo propietario.
Al realizar una consulta de las bases de datos, se comprobó que el arrestado, que fue puesto a disposición judicial, ya tenía trece antecedentes policiales, varios de ellos por hechos similares.