Fue en ese momento en el que el vigilante de seguridad del C&A llamó al 092 para pedir la presencia de una patrulla porque tenía retenido a un hombre que supuestamente había sustraído objetos valorados en 320 euros. A la llegada de los agentes, el solicitante del servicio les explicó que la persona en cuestión había entrado en el comercio para dirigirse a la zona de joyería, donde se había agachado y cogido una pulsera.
Posteriormente, se hizo con dos chaquetas y salió cruzando la zona de arcos de seguridad. Cuando el vigilante le pidió que le acompañara, el hombre escapó corriendo en dirección a la Porta do Sol. Durante la persecución, el sospechoso se desprendió de una bolsa donde, posteriormente, fueron localizados objetos de otros establecimientos de la zona.
Finalmente, fue interceptado e incluso tuvo que ser esposado en el lugar “debido a la gran violencia que mostraba en su intento de zafarse, lanzando patadas y puñetazos en todas direcciones”, según relata la Policía Local. Los agentes le hallaron en un bolsillo del pantalón un imán quita-alarmas y a continuación acudieron a las tiendas de origen de los artículos hallados para saber si los responsables de los establecimientos habían notado su falta, extremo que confirmaron.
Según ha informado el cuerpo municipal, el presunto ladrón se llevó prendas valoradas en 86 euros del Decathlon y ropa y un reloj valorados en 91 euros del Pull&Bear.