Los hechos, según informó la Jefatura de Policía, se registraron a las ocho de la mañana de este lunes cundo un vecino de la calle Barcelona salía a pasear a su perro y se topaba con un joven delante de una cafetería. Al llegar a su altura se percató de la rotura de la puerta del establecimiento, donde en su interior había otra persona más.
El hombre dio aviso inmediatamente al 091 y la Policía Nacional solicitó la colaboración del 092 para inciar la búsqueda de sus autores. Minutos después, una patrulla del Grupo Operativo de Apoyo (GOA) observó a un joven que caminaba por la zona de O Castro y que resultó ser uno de los autores del robo.
Una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía acudió a la cafetería y comprobó la rotura de una de sus ventanas. Además, encontraron el interior todo revuelto y un buen número de bebidas agrupadas cerca de la ventana en disposición de ser retiradas.
Durante la inspección localizaron a un joven, identificado como G.A.D., de 15 años de edad y de nacionalidad rumana, sobre el que figuraba una denuncia de desaparición, por lo que los agentes acudieron a su domicilio a fin de informar a sus padres. Los familares relataron «las malas influencias que recibe el pequeño a consecuencia de las relaciones que mantiene con personas de más edad» y aseguraron que llevaban dos días sin saber nada de él.
Asimismo, facilitaron a los agentes una fotografía obtenida desde la aplicación Listagram y donde se ve al menor en compañía del joven con el cual se relaciona últimamente. El vecino que había alertado del robo confirmó gracias a la imagen que se trataba del joven que había visto en la cafetería.
Por otro lado, la patrulla recabó información de una mujer que en ese momento estaba ejerciendo tareas de limpieza en los portales próximos al suceso, indicando como uno de los jóvenes salió a la carrera del establecimiento para dirigirse a la calle San Amaro. Cuando el dispositivo de búsqueda estaba en pleno desarrollo agentes del GOA interceptó a un joven que caminaba por las inmediaciones de O Castro, concretamente en la calle Atalaya, quien se oculta entre unos matorrales.
Identificado como B.S.S. de 20 años de edad y de nacionalidad rumana, ocultaba gran cantidad de monedas, un llavero y un mando de alarma. Posteriormente, fue localizada la caja registradora, únicamente con tickets donde se apunta el nombre comercial del establecimiento.
Teléfonos en un coche forzado
Durante el despliegue, los agentes fueron requeridos por un ciudadano que reside en las cercanías donde se produjo el robo, informando de que cuando se disponía a recoger su vehículo para ir a trabajar éste presentaba forzada la cerradura de la puerta del conductor y los cables del contacto sueltos.
El afectado señaló la falta de varios objetos, entre los que detalla una tarjeta de combustible y un dispositivo de pago automático en autopista. Igualmente, dice haber localizado dos teléfonos móviles, uno sobre el asiento del copiloto y otro debajo del freno de mano, los cuales no les pertenecen y donde, cuando se activa la pantalla de inicio, aparece la fotografía de un joven. Cuando los agentes del GOA comprueban el dispositivo telefónico reconocen el retrato del joven de 20 años que previamente habían detenido.
Según la propietaria de la cafetería, la cantidad de dinero que contenía la caja registradora ascendía a la cantidad aproximada de 1.000€, del cual se ha recuperado un total de 150€ además de una caja registradora, varios llaveros con diversos picaportes, un mando a distancia y una bolsa con ticktes del local.