Una vez en el lugar, una mujer les abrió la puerta y, entre llantos, relató a los agentes desplazados que poco antes había tenido una discusión con su compañero sentimental porque ella quería salir a tomar un café y él no.
Así, contó que a partir de ahí se generó una discusión y que en un momento dado él la agarró de los brazos y la zarandeó para a continuación cogerla del cuello y propinarle un fuerte golpe en la frente, al tiempo que la amenazaba.
Los policías preguntaron al hombre el motivo de su llamada a la policía y este alegó que la mujer le había propinado una bofetada tras una discusión pero que no había pasado nada más.
Sin embargo, los agentes observaron que el varón no tenía signos de lesión alguna y en cambio la mujer presentaba rojeces y erosiones en brazos, el cuello y la frente, coincidiendo con lo que ella había relatado.
Tras solicitar asistencia médica en el lugar, la mujer fue trasladada posteriormente al hospital Álvaro Cunqueiro. Ante lo sucedido, la policía procedió a la detención del hombre.