La alerta les fue comunicada desde la Central de Información y Mando (CIMa), a requerimiento del 112. Al acudir al lugar, los agentes confirmaron que el incidente era cierto y había tenido lugar en entre la carretera de Cidans y la de San Cosme.
Allí observaron un vertido sólido de un volumen aproximado de un metro cúbico compuesto por neumáticos de coche, enseres de una vivienda, un televisor, restos de un sofá y libros.
Constatado el vertido, se iniciaron actuaciones para tratar de averiguar la autoría del hecho, que llevaron a la Policía Local a contactar con cuerpos municipales de otros ayuntamientos vecinos.
Al día siguiente, el martes, efectivos de la UMIR localizaron al supuesto autor del vertido, un hombre residente en un municipio limítrofe que reconoció que parte de lo que allí se encontraba si era suyo, aunque no todo.
Además, se comprometió a retirar todo del lugar, incluido lo que, según decía, no le pertenecía. El miércoles la Policía Local comprobó que la zona se encontraba ya perfectamente limpia.