La patrulla que se desplazó al lugar pudo comprobar que el coche tenía una abolladura en el techo y en la puerta trasera. El dueño facilitó las características de los implicados en la reyerta, precisando además que uno de ellos llevaba la camisa manchada de sangre y el otro iba con el torso desnudo.
Instantes después localizaron a un individuo que caminaba por la calle con el torso desnudo y que presentaba lesiones en el rostro y erosiones en el cuello, hombro y pecho. Al ser cuestionado, aseguró que había tenido una discusión con su pareja, con el que convivió hace meses.
Además, afirmó que su compañero sentimental le agrede de forma habitual desde hace años y que esa misma mañana le había pegado y le había robado una bolsa con ropa y calzado.
Mientras los agentes hablaban con él, se acercó el otro implicado en la trifulca, quien a gritos advirtió de que el agredido había sido él. Según vieron los agentes, también presentaba lesiones en un codo y en un hombro. Tras efectuar varias gestiones, comprobaron que sobre el primer hombre pesaba una orden de alejamiento del otro varón, por amenazas.
Según la Policía Local, fue imposible determinar de quien había partido la idea de encontrarse, ya que las partes en conflicto no ofrecían versiones coincidentes. A la vista de los hechos, se procedió a la detención de ambos.