La Policía informó de que los hechos se registraron a las 03:35 horas de este jueves cuando agentes de la Policía Local fueron alertados por la Central de Información y Mando (CIMa), para que se trasladasen a la calle Urzaiz, donde habían forzado una máquina expendedora.
La solicitud del servicio se había producido por una llamada telefónica, en la que aportaban características físicas y vestimenta del autor del hecho. Una vez en las proximidades del lugar, los agentes observaron a un varón fuera del establecimiento donde las máquinas expendedoras están ubicadas, y a otro que en ese momento salia del interior hacia la vía pública.
«Este segundo varón -que resultó ser el posteriormente detenido- portaba en una mano una bolsa de plástico y en la otra dos refrescos. Las características físicas coincidían plenamente con las aportadas a través de la llamada telefónica que alertó del hecho. Cuando los agentes le preguntaron que era lo que portaba en la bolsa; de forma espontánea reconoció haber sacado de la máquina dos refrescos utilizando un palo. Parece ser que el otro varón era ajeno a las intenciones del presunto autor del hecho, habiendo esperado fuera mientras el otro, y según le comentó, iba a sacar unos refrescos», explica la Policía.
El propietario del establecimiento procedió a reconocer el estado de la máquina, manifestando que la la trampilla de seguridad que se utiliza para acceder a los productos de forma externa, había resultado dañada y con imposibilidad de cumplir con su cometido. El suceso determinó la detención del joven.