La requirente contó a los agentes que, poco antes, la mujer le había comunicado que su pareja sentimental le había agredido esa mañana y que debido a ello fue asistida en un centro médico, intervención sobre la cual aportó un informe.
También manifestó que el protocolo establecido indica que, ante una situación de violencia de género, el causante no puede acceder a la vivienda tutelada por la asociación y que cuando le comunicó al supuesto agresor que tenía que abandonar la vivienda, éste se negó a marcharse.
Los policías se entrevistaron con la mujer supuestamente agredida, que manifestó que tras una discusión con su pareja sentimental, él le propinó un puñetazo en un hombro y varias patadas en una pierna en presencia de sus dos hijos menores de edad y que ante esa actitud de agresividad, ella salió de la vivienda. No obstante, cuando iba a llamar el ascensor, él la siguió y la volvió a golpear.
Además, relató que ante la insistencia de su pareja, regresó al domicilio, pero que luego empezó a notar un fuerte dolor en el hombro y que acudió a un centro médico. Ya por la tarde decidió contar lo ocurrido a la trabajadora de la ONG.
Por todo ello, los agentes que intervinieron en la actuación procedieron a la detención del varón, que se encontraba en el lugar.