Al llegar al lugar dos patrullas, el alertante mostró a los agentes el edificio en el que se habían producido los hechos. Ya dentro, los efectivos desplazados pudieron escuchar los chillidos de una mujer pero nadie respondía a sus insistentes llamadas para abrir la puerta, por lo que tuvieron que entrar –a tenor del riesgo que podría existir para la vida o integridad física de la perjudicada- usando una lámina plástica.
Al acceder, se encontraron con un hombre “completamente desnudo y mojado” que empezó a gritar a los policías para que se fueran de su casa. En ese momento, vieron cómo alguien intenta abrir una puerta de corredera situada a espaldas del sujeto, que comenzó a empujar a otra persona hacia el interior para que no pudiese salir del lugar. Acto seguido, se empezaron a oír gritos de una mujer pidiendo que ser rescatada. Cuando los agentes se disponían a sacarla de lo que resultó ser un aseo, el hombre les impidió el paso “ofreciendo una gran resistencia activa, por lo que debió ser reducido y posteriormente detenido”.
La víctima contó entre lágrimas que había tenido una acalorada discusión con su pareja, con la que mantiene una relación de seis meses que se caracteriza por las disputas diarias. Según explicó, cuando se disponía a abandonar el domicilio su pareja se lo había impedido sujetándola con una fuerza desmedida, además de taparle la boca con sus manos y encerrarla en el baño hasta que fue rescatada por el 092.