Los hechos, según informó este lunes la Jefatura de la Policía Local, se registraron a las 03:46 horas del sábado cuando se recibió una llamada en la Sala de Comunicaciones del 092 desde la zona de García Barbón. El aviso hacía referencia a una pelea y una agresión en un domicilio.
Una patrulla se desplazó al lugar y observó manchas de sangre en la puerta y en el interior del ascensor del edificio, pero ya en el rellano del piso los agentes se encontraron a un joven semidesnudo, manchado de sangre, con un extintor en las manos y una pequeña pistola de color negro tirada a su lado.
El joven se mostró muy agresivo y fue necesario inmovilizarlo para evitar que agrediese a alguien, según explica la Policía. Su padre, identificado como J.P. G. C., de 61 años, aseguró que su hijo llegó a la vivienda muy agresivo y llegó a romperle el telefóno móvil con el extintor. Añadió que cuando salió de su domicilio, el joven lo encañonó con la pistola, amenazándolo de muerte.
Ante las amenazas, el hombre llamó a la Policía y relató a los agentes que su hijo consume sustancias estupefacientes, está diagnosticado de una enfermedad psiquiátrica y no toma la medicación prescrita. También aseguró a la Policía que tiene miedo porque ya le ha agredido en otras ocasiones, pero que «está harto y quiere denunciar».
La madre del joven, que utiliza silla de ruedas, confirmó a la Policía la versión dada por su marido y puntualizó que la pistola era de bolas. Los agentes informaron a la víctima de los pasos a seguir para formalizar la denuncia, procediendo a la detención del joven por la comisión de un delito de violencia en el ámbito familiar.
El joven fue trasladado a un centro médico para ser atendido de las heridas sangrantes que presentaba en brazos y piernas, producidas según su versión durante una pelea que había tenido minutos antes. Además, fue sometido a una evaluación psiquiátrica, motivo para la que se le derivó del centro médico al Hospital Álvaro Cunqueiro.