Una patrulla motorizada acudió al lugar en apoyo de un retén de los bomberos de Vigo, que accedieron al inmueble desde el que se pedía ayuda a través de una ventana. Al entrar se encontraron a la mujer tendida en el suelo. Según el testimonio de la octogenaria, la noche anterior había perdido el equilibrio y se había caído al suelo, de donde no pudo levantarse a consecuencia de su limitación para moverse.
Ante el número de horas que habían transcurrido desde que se produjo el hecho, los agentes se mostraron sorprendidos de que nadie hubiese escuchado los gritos de la mujer, pero ésta reveló que había permanecido en silencio “para no interrumpir el descanso de sus vecinos ni causarles molestias innecesarias, confiando poder levantarse por ella misma”, según indica el cuerpo municipal.
Una ambulancia trasladó a la anciana al hospital Povisa, donde fue sometida a una exploración. Ante lo ocurrido, los agentes instruyeron un informe dirigido al departamento de Asuntos Sociales explicando la situación que padece la mujer.