La presidenta del ente estatal, Teresa Pedrosa, mantuvo que la recuperación de estas propiedades facilitará que Vigo disponga de unas instalaciones “de gran nivel” para el Campus del Mar y que se regularicen las cantidades pendientes de pago por parte del Gobierno gallego al Consorcio, deuda que deriva del convenio del año 2009.
Como complemento a la Ciudad del Mar, y para aprovechar las sinergias que en ella se originen, la intención de la Zona Franca es quedarse con la titularidad de la parcela 3A en la que se sitúa el edificio Siemens para alojar allí un vivero de empresas vinculadas al sector del mar y al Centro de Evolución Gastronómica de Galicia.
Mientras, el acuerdo con la Universidad establece que el Consorcio cederá por un plazo de 40 años el edificio Faraday y la parcela 3B, para que se lleven a cabo, en un plazo no superior a tres años, las obras de remodelación necesarias para llevar adelante el proyecto del Campus del Mar.
Para que los proyectos previstos se puedan llevar a cabo con la mayor agilidad posible, la Xunta de Galicia asume el compromiso de aprobar el proyecto y ejecutar las obras de urbanización. Los trámites burocráticos exigen que ahora el alcalde de Vigo convoque el correspondiente Pleno del Consorcio, en el que se deben ratificar estos acuerdos.
Las cuentas de 2015
El Comité también ha formulado las cuentas del año 2015, de las que Pedrosa destacó unos resultados de explotación positivos de 28,2 millones de euros y un volumen de inversión de 26,7 millones entre obras realizadas, adjudicadas y licitadas al cierre de ese ejercicio.
La cifra total de negocio fue de 19,4 millones de euros -un 40% más con respecto a 2014-. En este dato se incluyen las ventas de suelo por 5,2 millones de euros, de los que 4,1 correspondieron a Porto do Molle y 1,1 al Parque Tecnológico.
La formulación de las cuentas fue aprobada con los votos en contra de los concejales David Regades y Javier Pardo, que argumentaron su voto diciendo que el Concello de Vigo no reconocía la deuda derivada de la compra de los terrenos correspondientes al uso ocio-recreativo de la ETEA en 2009.
Según Zona Franca, el documento del que proceden estas cantidades, de 11,5 millones de euros más los correspondientes intereses, fue firmado por el actual alcalde de la ciudad, Abel Caballero, y desde ese año se han aprobado siempre las cuentas del Consorcio con ellas incluidas.