Como consecuencia, el trayecto de vuelta –con despegue previsto para las 09.45 horas- tampoco ha podido dar servicio a sus pasajeros, a los que la aerolínea está ofreciendo las habituales alternativas de transporte, principalmente mediante la reubicación en el siguiente avión disponible. La empresa ha querido dejar claro a sus usuarios que la situación vivida en el aeropuerto catalán es «totalmente ajena a nuestro control».
Ya este lunes por la tarde, momento álgido de las protestas en el aeropuerto de Barcelona tras conocerse la sentencia del Procés, el último vuelo del día hacia Vigo sufrió cierto retraso en su salida.
A las 10.00 horas de este martes la compañía mantenía activa esa línea vespertina con sus horarios habituales (19.15 horas entre Barcelona y Vigo; y 21.40 horas entre Vigo y Barcelona) y sin previsión de que fuera necesario establecer cancelaciones.
Para este 15 de octubre, Vueling tenía previsto anular un total de 20 vuelos dentro de su operativa global, después de hacer lo propio con otros 120 durante la jornada anterior.