Cambio de carriles restringido y regulado, esa es la clave de las «turbo-rotondas» que ya se extienden por toda España y que este sábado fue estrenada en Vigo. El cruce de las calles Gran Vía e Islas Baleares será el campo de pruebas para el departamento de Tráfico del Concello de vigo.
Los trabajos para abrir la «turbo-rotonda» finalizaron a última hora de la noche del viernes. Repintado de la calzada y dobles líneas entre los carriles para evitar colisiones laterales son las principales características de este tipo de glorietas que regular el tráfico.
Los residentes en esta zona de Gran Vía están acostumbrados a presenciar accidentes a diario y confían en que la medida reduzca la siniestralidad. Ese es el objetivo principal.
Este sábado, una patrulla de la Policía Local permaneció en la zona para vigilar que no se registrasen problemas. Los cambios impiden ahora a los vehículos procedentes de la hamburguesería del margen derecho incorporarse a la rotonda, de forma que tienen que circular en dirección a Praza de España para cambiar de sentido.
La primera «turbo-rotonda» se instaló en la villa de Grado, en Asturias, en 2009, y actualmente ya se han extendido por otra veintena de ciudades.