Según ha confirmado este viernes el alcalde, Abel Caballero, el Concello ya ha comunicado a la Subdelegación que los técnicos municipales han denegado la autorización de almacenar artículos de pirotecnia con el fin de venderlos al por menor, después de que la titularidad del establecimiento fuera traspasada y se efectuara una inspección en él.
Un inspector municipal, un ingeniero técnico industrial y un técnico jurídico fueron los encargados de llevar a cabo esa inspección y comunicaron su resolución desfavorable el pasado 28 de noviembre. Los nuevos dueños no han presentado alegaciones en el plazo establecido -que expiraba este miércoles-, por lo que Porras no podrá desarrollar la mencionada actividad.
A partir de ahí, los propietarios disponían de 24 horas para vaciar las instalaciones de “cualquier artefacto pirotécnico” que pudieran tener. La Policía Local visitó el lugar este jueves, “confirmando su cierre”. No obstante, tanto el cuerpo municipal como los bomberos tienen que contactar este viernes con la propiedad para poder constatar ‘in situ’ que no se guarda ningún material pirotécnico.
Además, la Policía Local llevará a cabo una vigilancia periódica para asegurarse de que se respete esta prohibición. “No reúne las condiciones y por lo tanto no se autoriza la venta”, resumió Caballero, que mostró su convencimiento de que los dueños no harán nada ilegal.