«Ahora es el momento, por la noche están todas las avispas en el nido y se puede realizar la operación con mayor facilidad». Habla un bombero de Vigo durante la retirada de un avispero situado en un árbol junto a la iglesia de Alcabre.
Es necesario utilizar un coche escalera, puesto que la colmena se sitúa a unos 20 metros de altura, en la copa de un chopo. Los dos bomberos ascienden lentamente y se colocan a la altura del avispero. Con mínima iluminación para evitar que los insectos se pongan en alerta y provistos de herramientas para descolgar el nido, lo introducen en una bolsa plástica.
«Ahora vamos a la playa de Alcabre», informan. En apenas diez minutos, otro de los peligrosos enjambres está retirado. Todos se llevan directamente al congelador, única manera de matar a todas las avispas con seguridad y evitar que se sigan reproduciendo.
Según informó el Concello a VIGOÉ, en el último mes se han retirado doce colmenas y otras treinta están pendientes de inspeccionar para eliminar. En lo que va de año los bomberos ya han acabado con 200 avisperos.
Y es que en los últimos meses la alerta ha saltado entre los vecinos de la práctica totalidad de las parroquias y los barrios de Vigo. La llegada del otoño y la caída de hoja ha dejado a la vista un número considerable de colmenas de avispa asiática que han estado ocultas entre las ramas hasta ahora.