No se trataba de ninguna emergencia sino de labores de prevención ante la alerta naranja decretada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) por fuertes vientos. Así, los efectivos desplegaron la escalera con el objetivo de reforzar la seguridad del enorme árbol de Navidad instalado en la zona de la Farola y procedieron a amarrarlo a los edificios contiguos ante la previsión de que podrían registrarse vientos de 100 kilómetros por hora.
Los Bomberos fueron requeridos a primera hora de la tarde ante la peligrosa inclinación que mostraba el árbol, instalado por el Concello, por lo que enseguida acudieron a afianzarlo con cables.