Según subrayaron, en el Concello fueron recibidos por el concejal que les tranquilizó asegurándoles que podrán continuar con su trabajo con total normalidad «y que no nos iba a agobiar tanto» por lo que esperarán a «ver qué ocurre» este jueves.
«La Policía Local viene casi todos los días a pedirnos la documentación y los permisos», señaló a Vigoé Julio, uno de los vendedores, de nacionalidad argentina. Es uno de los muchos que no cuentan con licencia y comparte puesto con un familiar, que sí tiene permiso. Asegura que lograr una es una tarea «imposible» y que la lista de espera no se mueve nunca. «Yo llevo poco tiempo pero nos han dicho que desde 2005 la lista no se mueve y todo eso a pesar de que al menos diez o quince que yo conozco dejaron sus puestos hace tiempo porque encontraron otro trabajo o se fueron a su país pero siguen apuntados», afirma.
Hay más de un centenar de puestos en Samil de los que más de medio centenar están ilegales, según la estimación de Julio, que justifica la presión policial porque «en realidad es un problema burocrático, no policial».
Cree que el objetivo es que desaparezcan de Samil aunque no acierta a explicar por qué razón. «No causamos problemas a nadie, no hay peleas ni nada por el estilo», remarcó para acto seguido subrayar que están allí desde las ocho de la mañana para ganarse la vida y que lo que ganan «es para subsistir».
Prácticamente lo mismo señaló otro de los vendedores ambulantes, Serigne, senegalés nacionalizado español y que llegó al país hace ya quince años.Lleva cinco años al frente del puesto de un «hermano» sin licencia a pesar de que, manifiesta, la solicita cada año. «Estamos aquí porque no tenemos trabajo y si podemos ganar diez o veinte euros nos los llevamos para casa para pagar la luz o comprar comida. En casa no ganamos dinero y aquí al menos estamos juntos pero desde luego si tuviese trabajo en una fábrica no estaría aquí», constató para acto seguido añadir que «estamos tranquilos y no tenemos problemas con nadie».
«Vamos a esperar a ver qué ocurre mañana, solo queremos que nos dejen trabajar y si no puede ser tendremos que volver al ayuntamiento para seguir protestando», avanzó.