«Se necesita más personal en todas las categorías, material y medios acordes para realizar sus funciones de forma eficaz y eficiente, y una redistribución del espacio físico dentro de la propia unidad (boxes, puertas de entrada, salas de espera, almacén de balas de oxigeno, etc.) al igual que de unidades dependientes de ella (Rayos, UCI, Hemodinámica, plantas de hospitalización con mayor porcentaje de ingresos, etc.)», aseguran los trabajadores del servicio de Urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.
Celadores, enfermeras y auxiliares firman un comunicado días después de ser recibidos por el alcalde, Abel Caballero, para exponerle las carencias que sufren a diario en su jornada de trabajo. Tras aquella denuncia, el Sergas aseguró que estos trabajadores nunca habían solicitado una reunión, extremo que desmienten.
Botellas almacenadas en un lugar sin ventilación.
«En el mes de enero se mantuvieron diversas reuniones con las direcciones competentes a cada categoría de trabajadores y ante la falta de respuesta por su parte, se solicita un encuentro con todas las direcciones y la Gerencia, con fecha de entrada en registro el 25 de enero, petición a la que no han respondido, siendo aún así, conocedores, a través de la Junta de Personal, de la problemática del servicio», explican.
Según relatan, el servicio de Urgencias debería funcionar en base a los propios datos del propio Sergas con 62 trabajadores en el turno de mañana, 66 en el de tarde y 48 por la noche, pero en realidad son 47 por la mañana, 50 por la tarde y 38 por la noche.
«Lo idóneo serán equipos de trabajo paritarios de celadores, enfermeras y auxiliares, e igual número de personal en los tres turnos todos los días de la semana. Queda así latente, otra vez más, su afán por ocultar la cruda realidad que los trabajadores del Servicio de Urgencias tienen que sacar a la luz», aseguran.
Añaden también, en respuesta al Sergas, que el personal de Urgencias «no disfraza la realidad y estaría bien que directores, subdirectores y demás puestos intermedios se moviesen de sus despachos y pasaran un turno completo de tarde y/o noche trabajando codo a codo con los verdaderos profesionales de la salud, así comprobarían que este servicio funciona porque se dejan la piel en cada turno, porque son conocedores de que trabajan con personas y no con estadísticas, intentando, con los escasos medios que tienen a su alcance, proporcionar a los enfermos una sanidad pública digna».