La secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella, y el delegado del Gobierno gallego en Vigo, Ignacio López Chaves, han conocido de primera mano en qué consiste esta formación, en la que los estudiantes -todos hombres al ser un colegio exclusivamente masculino- reciben clases de bricolaje, costura, plancha, cocina, limpieza o lavado.
“Es un auténtico reto para los alumnos que, de repente, se las tienen que ver con una plancha y sus diferentes ajustes según el tipo de ropa, entre fogones con un mandilón atado a su cintura, o poniendo prendas de vestir a remojo para realizar un lavado a mano, entre otras muchas”, cuentan desde el colegio.
Las clases se imparten en un edificio que el centro pone a disposición de las familias para sus actividades. Precisamente padres y madres voluntarios, además de un docente del Montecastelo, participan como ‘profesores’ de esta materia.
La actividad por el momento se limita a los alumnos de 4º de la ESO pero es posible que el próximo año se extienda a otros cursos.