El Gobierno de España pagará dos tercios de los 13,4 millones de presupuesto que tiene la obra (8,85 millones). Vigo, el tercio restante (4,45 millones). Estas son las cantidades resultantes de la adenda que se hizo al convenio, que inicialmente contemplaba un importe menor (10 millones en total), luego pasó a 14,4 millones y finalmente se ha quedado en los mencionados 13,4 millones.
Este aumento de la partida ha provocado retrasos en el proyecto pero de esta manera se verá mejorado. Estaba previsto empezar a trabajar sobre el terreno a finales de 2019 pero todo apunta a que no se podrá arrancar hasta 2020. Caballero, que ha informado este lunes de la rúbrica del convenio, ha preferido no dar plazos porque “las fechas las carga el diablo”.
La avenida está levantada durante más de dos años, por lo que la obra se abordará en dos fases. Los planes a día de hoy pasan por remodelar primero un margen de la vía y luego el otro -cada uno de ellos llevará poco más de un año-. Durante todo este proceso se eliminarán las actuales verjas que separan los carriles, cuyo número se mantendrá.
Además, se incorporarán una medianera, zonas verdes, esculturas y una gran fuente con un juego de agua, luces y música, similar al que se implantó en la plaza de América o el volcán de Coia. Asimismo, se instalarán, según ha dijo Caballero en su día, “mecanismos de bienvenida” a los conductores que entren en Vigo.