Asimismo, el clúster de la automoción y el mandatario gallego han asegurado que la Unión Europea debe ir despacio en la electrificación de los automóviles ya que puede tener consecuencias para todo el sector.
“Antes de prohibir el uso de motores clásicos hacen falta medidas”, ha insistido el director de la planta de PSA en Vigo, Ignacio Bueno, tras mostrar su preocupación por la normativa de emisiones que está afectando a todo el sector.
Bueno ha asegurado que el futuro es “incierto” por este tipo de decisiones políticas y ha subrayado que la factoría viguesa cumplirá con las emisiones. El presidente de la Xunta ha insistido en que hay que ir “poco a poco” y “no acelerar esta transición”.
Feijóo hacía estas declaraciones en la clausura de la Asamblea del Clúster de Empresas de la Automoción e insistía en la importancia que este sector tiene para Galicia. “Si a vosotros os va bien, a los gallegos también les irá bien”, les ha dicho el presidente de la Xunta a los representantes del sector de la automoción gallega.
Un sector que el pasado año generó más de 1.500 nuevos empleos y cuyas empresas aumentaron sus exportaciones en 1.500 millones de euros, según los datos que han facilitado esta mañana durante la clausura de estas jornadas.
El responsable de PSA también ha insistido en la necesidad de mejorar la productividad y bajar costes aunque ha asegurado que las perspectivas para los próximos años son “buenas”.
Por último, el presidente de la Xunta también ha apostado por bajar los impuestos, el precio del suelo o el coste de la electricidad para que están empresas puedan ser más competitivas y no se vayan a Portugal. “Intervinimos para que Benteler no se fuese a Portugal”, ha recordado Feijóo.
Ha insistido en que los ayuntamientos tienen que bajar los impuestos para que estas empresas se queden en Galicia. “Solo Mos, Redondela y Salceda han bajado estos impuestos”.
Feijóo también ha anunciado que en el día de hoy tienen previsto cerrar sus alegaciones al Estatuto Electrointensivo.
Para finalizar, ha mostrado su preocupación por la industria forestal y por el impacto que tendría en Galicia el cierre de la principal empresa forestal de la que dependen 80.000 familias. “Vamos a trabajar para que no se produzca”.