Una norma, expone, que tenía ya 17 años, y de la que sólo se han modificado tres artículos: “Deja mucho que desear. La nueva ordenanza será, por lo menos, para los próximos diez años, y apenas han cambiado nada”.
Así, entre los cambios planteados por el PP, Gago Bugarín ha destacado dos: de un lado, la posibilidad de permitir alimentar en la calle a animales abandonados; y, de otro, el tratamiento del sacrificio en la nueva norma. “Creemos que es importante que se pueda dar de comer en condiciones adecuadas a animales que estén abandonados en la calle. Lo que no podemos es dejarlos a su suerte y que mueran de hambre”, ahonda el edil popular.
Asimismo, prosigue, “no puede ser que el sacrificio sea una opción”. “Esto resulta intolerable para la inmensa mayoría de los vigueses”, argumenta Gago, quien, en esta línea, apunta que entre las enmiendas figura la necesidad de considerar falta muy grave, “y no leve como se recoge ahora”, el sacrificio de un animal en la vía pública.
El concejal popular ha detallado también otras alegaciones propuestas entre las que figura la opción de que las mascotas viajen en transporte público municipal, algo que ya sucede en el AVE, en el tren de cercanías o en los autobuses, que permiten su acceso siempre que no sobrepasen los 10 kilogramos.
Además, Gago ha reiterado la urgencia de habilitar una playa para perros en la ciudad. Una de las pocas modificaciones de la ordenanza que, sin embargo, llegado el mes de julio el alcalde sigue sin cumplir. “Nosotros hemos planteado el tramo final de Samil, que se podría acondicionar perfectamente para tal fin”, apunta.
Registro municipal
En este contexto, el edil popular ha demandado la creación de un registro municipal de animales, de modo especial en el caso de los peligrosos. “A medio plazo se debe trabajar para que haya un registro de todas las mascotas, fundamentalmente perros y gatos, lo que facilitaría un control de todas las colonias. Pero desde luego lo que sí que hay que tener ya es un registro de animales peligrosos”, ahonda.
Gago Bugarín ha concluido reiterando la petición de su grupo para que se aumente el presupuesto destinado a la protectora de animales, que apenas alcanza los 8.000 euros al mes. Con esta cifra, explica, resulta imposible tener un control veterinario adecuado. “Esta es una demanda de los vigueses. Uno de cada tres ciudadanos tiene una mascota en casa”, ha señalado.