La adquisición se ha gestionado contactando con un coleccionista de Zaragoza, que tiene en propiedad decenas de tranvías. Entre ellos figuraba uno del Norte de Portugal, que según el alcalde, Abel Caballero, es “idéntico” a los que había en la ciudad olívica. De hecho, el regidor aseguró que al subirse a él pudo rememorar sus viajes cuando era niño.
El Ayuntamiento ha optado por restaurar y adaptar este coche luso porque “ya no existe ninguno vigués”. Con esta iniciativa, se busca “que la ciudad recupere simbólicamente uno de los tranvías que circulaban por Vigo hace 60 años” y que forman “parte de la memoria” colectiva de muchos ciudadanos.
El tranvía se encuentra ahora en las instalaciones de Vitrasa, en San Andrés de Comesaña, y una vez recuperado se instalará en un lugar que Caballero no ha querido desvelar por el momento. La intención es que se pueda ver tanto por fuera como por dentro. “Querría que fuera visitable si los técnicos lo consideran oportuno”, ha informado el alcalde.