El desahucio de Rosa, en situación de desempleo, ya fue anunciado en mayo pero entonces se logró frenar. En esta ocasión, se ha intentado de nuevo llevar a cabo el «lanzamiento» por lo que las protestas han vuelto a la calle ante una situación en la que el banco no solo pretende quedarse con un piso sino que reclama dos ya que también exige el de la madre de la mujer, que avaló la hipoteca de su hija.
Así, los portavoces de PAH remarcaron que no solo se trata del desahucio de una mujer y su bebé sino que se añade el de una mujer de 80 años y sus otros tres hijos que conviven con ella. Aseguran que varias sentencias judiciales han impedido casos similares al considerarlos excesivos y tachan los propósitos de UCI y el BSCH de «pelotazo» y «estafa». Por ello, reclaman el nombramiento de un mediador para intentar llegar a un acuerdo que permita que ambas familias continúen residiendo en sus casas. Lamentan la falta de interés en este sentido de las entidades bancarias y amenazan por lo tanto con continuar con las movilizaciones e incluso llevar a cabo iniciativas como la de Sevilla, con una acampada ante la sede de UCI en la capital hispalense.
Desde la Plataforma subrayan que Rosa tan solo podría y está dispuesta a pagar 300 euros al mes durante tres años dada la situación actual que sufre pero lamentan que desde las entidades no se ha querido valorar su propuesta.
Los portavoces de la Plataforma lamentaron el «silencio» de las administraciones ante un nuevo desahucio en la ciudad y reclamaron la solidaridad de la ciudadanía ante este tipo de situaciones. «No nos mires, únete» fue uno de los gritos que los concentrados lanzaron junto a otros como «Sí se puede», «Qué bonito es desahuciar a un bebé» o «No más muertes por los desahucios».