Los trabajos comenzaron por la mañana y en un plazo breve de tiempo la rotonda ya estaba disponible para uso. Su puesta en marcha cogió de improviso a muchos, y no tanto por su presencia –que hay que tomar con tiento ante la implantación de líneas continuas- sino por la reordenación del tránsito que se ha llevado a cabo, sobre todo en la Rúa Val Miñor.
Esta calle de tres carriles, que antes de las obras de la grada de Río era de sentido único y luego pasó a ser de doble sentido, causó confusión en algunos vehículos, que llegaron a meterse en dirección contraria al tomar de la forma habitual el carril del centro en dirección a Fragoso, cuando ahora su uso es compartido. Es decir, al entrar en la calle sólo hay un carril disponible hasta la mitad de la vía y a partir de ahí la calzada pasa a contar con dos.
?Moita precaución na nova rotonda de Balaídos no cruce da Avenida Portanet e rúa Val Miñor. Non hai presencia policial e vehículos despistados estanse metendo en sentido contrario!? pic.twitter.com/8WI0ICiaIV
— Radares De Vigo (@RadaresDevigo) 11 de abril de 2018
Todo ello obligó a la Policía Local a personarse en la zona para gestionar la situación y orientar correctamente a los conductores más despistados.
Además, al mismo tiempo, se procedió a abrir al tráfico uno de los dos carriles de la avenida de Citroën, que permanecían cortados en dirección a San Andrés de Comesaña. A medida que las obras en Río avanzan, se ha podido prescindir de la maquinaria más pesada y, por lo tanto, se va recobrando poco a poco la normalidad en la circulación.