El tiempo se echa encima y el presente mes de diciembre será decisivo para conocer a varios de los candidatos a convertirse en regidor de Vigo durante los próximos cuatro años. Por la derecha, el Partido Popular se resiste a hacer oficial el nombre de José Manuel Figueroa, mientras que por la izquierda se multiplican las formaciones que buscan un consenso para lograr un gran frente común.
PSOE. Abel Caballero, a por su tercer mandato. El actual alcalde de Vigo ha sido el único de los últimos cinco regidores en retener el bastón de mando y, si consigue repetir en 2015, igualará los tres mandatos de otro socialista, Manuel Soto (1979-1991). Caballero, también vicepresidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), domina la agrupación local pese a la resistencia de su sobrino, Gonzalo Caballero. Solo una gran hecatombe política podría apartarlo de la candidatura, aunque todavía falta por conocer cuál es la repercusión de la Operación Patos, la investigación judicial que amenaza con irrumpir en la vida municipal a principios de 2015.
BNG. Serafín Otero, renovación total desde la CIG. Las perspectivas para los nacionalistas en el Concello de Vigo no son buenas, sobre todo tras la renuncia de los dos últimos portavoces municipales (Santiago Domínguez y Iolanda Veloso). El nombre de la diputada Carme Adán se barajó con fuerza en los últimos meses para convertirse en la candidata del Bloque, pero la renovación ha llegado desde el sindicato vinculado directamente al partido, la CIG. Serafín Otero fue elegido por unanimidad y sin abstenciones junto a otros nueve miembros del partido con el objetivo de recuperar el terreno perdido en los últimos dos comicios, donde ha pasado de siete a tres concejales.
PP. José Manuel Figueroa, candidato por descarte. El vicepresidente de la Diputación de Pontevedra sabe que sus posibilidades para convertirse en candidato del Partido Popular radican en saber esperar su momento. Y hasta ahora ha tenido éxito. El largo listado de nombres que han ido surgiendo se han caído por su propio peso y todo apunta a Figueroa, salvo aparición estelar poco probable de un delfín de Alberto Núñez Feijóo. «Dios mío, Dios mío», dijo el presidente de la Xunta la semana pasada para evitar la pregunta sobre el candidato. En los últimos meses, Figueroa ha optado por ganar peso en el partido firmando un pacto presupuestario con el alcalde con efectos todavía desconocidos en las urnas. Las críticas, muchas de ellas desde dentro, no lo han frenado y espera que el congreso de diciembre confirme su candidatura.
Anova. En constante guerra interna. Los conflictos internos marcan hasta el momento el futuro de Anova y la posibilidad de reeditar un pacto exitoso como el de AGE en las últimas elecciones autonómicas. Renuncias y enfrentamientos públicos entre los integrantes de Anova en Vigo han complicado hasta ahora una alianza con Esquerda Unida en la que había avanzado el anterior coordinador local, Francisco Riveiro. Su enfrentamiento con el actual responsable ha originado más ruido. Para completar los problemas, un correo enviado «por error» y en el que hablaba explícitamente de incorporar a las Mareas, enturbió más la situación.
Esquerda Unida. Rubén Pérez, la alianza que no llega. Se quedó muy cerca de conseguir un concejal en las anteriores municipales y hace unos meses todo apuntaba a que una nueva alianza de izquierdas lo llevaría al salón de plenos municipal, pero la situación ha cambiado radicalmente. Los problemas internos de Anova y la irrupción del efecto Podemos plantean ahora un escenario muy diferente. Difícilmente podrá conseguir un hueco si no logra liderar un gran frente, posibilidad que ahora misma está en el aire.
Podemos. Proponiendo desde la barrera. Desde Madrid, su líder Pablo Iglesias anunció que no se presentarían a las elecciones municipales, pero su apoyo explícito a otras formaciones puede decantar la balanza. Los círculos locales han ido ganando peso a medida que se organizan y no se descarta que entren a formar parte de otras candidaturas. Esta solución está todavía por definir, ya que el resto de partidos de izquierda saben que los necesitan, pero no a cambio de ocupar los primeros puestos de las listas. En los últimos días, Podemos ha descartado pactos con fuerzas que no compartan sus principios, aunque está dispuesto a escuchar.
Marea. Apoyo intelectual. Nombres muy conocidos en la esfera cultural gallega como Xosé Luis Méndez Ferrín, Álvarez Cácamo o Manuel Rivas están detrás del nacimiento de las Mareas. Su fuerza radica en el apoyo ciudadano y su acuerdo con Anova todavía está por definir.
Gañemos. Un Guanyem a la gallega. Se trata de otra plataforma de izquierdas creada tras la experiencia del grupo Guanyem de Ada Colau en Cataluña. Al igual que la Marea, pretende formar un bloque amplio de ciudadanos con la mecha que ha prendido Podemos. En Vigo, su cabeza visible es Lois Pérez Leira.
Xuntos. Plataforma de denuncia. La formación liderada por Carlos González Armada ha tenido mucho protagonismo en los últimos meses gracias a sus denuncias contra el gobierno local por supuestos casos de corrupción y enchufismo en el Concello. Esta semana ha anunciado que convocará a diversos grupos minoritarios con la intención de que puedan llegar a una lista electoral común.
Compromiso por Galicia. El regreso de Miguel Barros. El que fue concejal vigués regresa al escenario político como candidato de Compromiso por Galicia a la Alcaldía. Fue número 2 del exalcalde Ventura Pérez Mariño en el efímero mandato del juez.
UPyD. De coordinador en coordinador. Desde la destitución de Pedro Larrauri, en 2013, UPyD intenta reorganizarse. En enero fue nombrado como coordinador Javier Gil Castaño. Actualmente es José Luis Correa.