El tiempo respeto el espectáculo. Y es que después de un día muy desapacible, la lluvia cesó en torno a las 20:00, una hora antes de que se procediese al encendido del alumbrado.
El gran protagonista del acto fue Abel Caballero, que agarró el micrófono para destacar las bondades de Vigo y sus Navidades.
También hubo espacio para los fuegos artificiales que iluminaron la noche viguesa. Y tras ellos, llegó el momento más esperado. La ya famosísimo alumbrado vigués se encendió por primera vez con el árbol gigante de Porta do Sol como principal, aunque no única, atracción.