Pedir más de un préstamo o crédito es perfectamente posible si las necesidades que van surgiendo son varias y se suceden de manera rápida en el tiempo, produciéndose así una acumulación de deudas que puede crecer casi sin notificarlo conforme pasa el tiempo. No es descabellado, por tanto, imaginarse una situación en la que se tienen tres, cuatro o cinco créditos o préstamos acumulados que hay que ir pagando mes a mes, con el perjuicio que eso supone a nivel económico al final de los mismos.
Afortunadamente, cuando se trata de dinero siempre hay soluciones para remediar los problemas derivados del mismo. En el caso de las deudas, algo tan habitual en el transcurrir de lo cotidiano, las opciones son variadas para ajustarse a las necesidades particulares en cada situación.
Lo que triunfa: el todo en uno
Cuando se tienen varias deudas, estas provocan de manera general un desasosiego al final del mes, puesto que la suma de los pagos totales suele ser demasiado elevada como para poder hacerla frente de una manera cómoda. Por esta razón, existe la opción de poder reunificar toda esta deuda en una única, de manera que el pago mensual es uno y, además, es más barato que la suma de los totales anteriores. ¿Cómo? Aceptando unas condiciones previas que se negociarán con una empresa gestora para obtener el mejor trato posible.
Este proceso se conoce bajo el nombre de reunificaciones de deudas y, en pocas palabras, lo que supone es conglomerar todas aquellas pequeñas deudas que se tienen bajo la misma y a un menor coste. Una reducción de la cuota suele llevar implícito, como es natural, un mayor interés y una prolongación en el tiempo también mayor, pero permite así llegar más holgadamente al final del mes. La reunificación de préstamos son cada vez más populares y no cuesta imaginarse por qué esto es así en un momento donde las necesidades monetarias no hacen más que aumentar.
No hay demasiadas condiciones a la hora de solicitar una de estas reunificaciones, pero una de las que suele estar siempre presente es que la hipoteca de la vivienda debe formar parte de uno de los créditos que se quieren aglutinar. A pesar de esto, lo más indicado es consultar las opciones que ofrece cada servicio o agencia en particular en cuanto a reunificaciones para así poder escoger aquella que cumpla con todas las necesidades y, lejos de complicar más aún el panorama, lo facilite.
¿Es la mejor opción?
A la hora de plantearse si levar a cabo una reunificación de deudas o no es normal plantearse si verdaderamente esta es la mejor opción a la que se puede optar en un momento dado. La respuesta para la mayoría de los casos es que, si el volumen de deudas supone un impacto demasiado negativo al final de cada mes, entonces sí es recomendable intentar simplificar al máximo los pagos y agruparlos todos bajo una misma deuda que ofrezca la posibilidad de pagar más libremente esos préstamos o créditos solicitados con anterioridad. En el caso contrario, quizá sea mejor realizar pagos de más cuantía durante menos años que comprometerse a largo plazo.
Sea como fuere, lo que hay que tener muy claro a la hora de solicitar un crédito son las posibles consecuencias que esto puede tener y, muy especialmente, las que puede tener la acumulación de los mismos con el transcurso del tiempo. Acumular varios durante varios años no suele ser una de las mejores opciones si no se quiere tener que enfrentar uno a soluciones como la agrupación de deudas, aunque bien es cierto que en ocasiones no queda más remedio que pedir un préstamo por razones circunstanciales.