Con esta movilización, presentada este miércoles en rueda de prensa junto a los responsables de las federaciones de Industria, Construcción, Servicios y Banca, tiene como objetivo denunciar «la grave situación laboral y social que padece la comarca».
«Continuamos sufriendo un elevadísimo nivel de desempleo, que en la realidad afectaría a unas 80.000 personas, muy por encima de las estadísticas oficiales, que hablan de 60.000», señalaron desde el sindicato. Además, alertaron de que prosigue la caída de las principales actividades productivas (naval, automoción o construcción) «que lejos de recuperarse avanzan hacia la desertización industrial».
El responsable del sindicato indicó que todas las personas interesadas en participar en la marcha cuentan con autobuses gratuitos que saldrán desde el local del sindicato en Vigo, ubicado en Gregorio Espino, 47, a las 9 horas. Para poder utilizarlos tan solo es necesario anotarse en el propio local o a través del teléfono 986 827 901.
Así, recordaron que los datos muestran que se crea muy poco empleo, que «además es estacional y precario». «Hay más de 14.000 personas ocupadas menos que en 2009 y uno de cada cuatro trabajadores tiene un empleo precario aunque la situación se agrava con la emigración constante de la gente joven en busca de un futuro laboral».
Es por eso que desde la CIG se hace un llamamiento a secundar la movilización para «demandar algo tan esencial como es el poder trabajar en condiciones dignas en nuestra tierra».En este sentido, además del drama del desempleo y el creciente empobrecimiento que está padeciendo la clase trabajadora, «tenemos que rebelarnos también ante la precarización que afecta no solo a los pocos puestos de trabajo que se crean sino también al conjunto del empleo».
Ante los medios de comunicación recordaron que «cada día se endurecen las condiciones laborales, aumentando cargas y ritmos de trabajo, alargando las jornadas y con una continua bajada de los salarios. Más del 90 por ciento de los contratos que se firman son temporales, muchos de ellos a tiempo parcial, incluso por unas pocas horas. Una situación que se agrava por el bloqueo de las negociaciones de los convenios colectivos como consecuencia de la actitud inmobilista del empresariado, que hace uso de las reformas laborales del PSOE y el PP que desprotegieron a los trabajadores en beneficio de la patronal».
Ante todo esto, la CIG considera que nos encontramos en una «situación de emergencia social» y apuesta por un cambio radical en las políticas económicas que pase por una fuerte intervención pública para poner en marcha las potencialidades de la comarca. En concreto, proponen la creación de un plan de desarrollo industrial para la comarca, la aplicación de la ley del sector naval y la dotación de un plan gallego para la industria de la automoción, la recuperación integral de la Ría de Vigo para potenciar la pesca y el marisqueo y el final de la exclusión de la flota gallega en los acuerdos de la UE, entre otras.