El desalojo estaba previsto para las 10.00 horas y hasta el lugar habían acudido representantes vecinales y de las plataformas antidesahucios con el objetivo de impedir que se expulsara a los residentes de la vivienda. No obstante, finalmente no ha sido necesario llegar a ese extremo al llegar a tiempo la documentación necesaria, aunque la situación vivida por los afectados ha sido de lo más angustiosa.
Los inquilinos, que deben varios meses de alquiler, son una pareja y una amiga común que acogió a ambos tras sufrir ellos un deshaucio previo en otro inmueble. Esta mujer cobra una renta pública de unos 426 euros y cuenta con una ayuda de alimentos de la Cruz Roja pero todo ello les resulta insuficiente para afrontar el pago de cada mensualidad.
Además, el Concello de Vigo les acaba de comprometer un mes de alquiler y la concesión del bono para ayudarles temporalmente en el pago del arrendamiento.
Los miembros de la pareja se encontraban en paro hasta hace poco. Él ha comenzado en un trabajo hace unos días y podrá empezar a tener ingresos, pero al estar en periodo de prueba les resultará complicado conseguir otro piso de alquiler a corto plazo.
Según ha informado la presidenta de la Federación de Vecinos ‘Eduardo Chao’ de Vigo, María Pérez, el aplazamiento tuvo que gestionarse a toda prisa, ya que los afectados contactaron con ellos en la víspera del lanzamiento.
Desde la Favec insisten en la necesidad de que Vigo cuente con un parque de viviendas público mayor, ya que resulta inviable que este tipo de afectados, con pocos ingresos, encuentren arrendadores que quieran alquilarles sus pisos.