Al cabo de sus años de existencia, O Carro continúa siendo un lugar frecuentado por generaciones de familias viguesas que se acercan para disfrutar, además del paisaje, de una pizza que hace las delicias de los más pequeños, y de un bacalao o de un pollo a la brasa que hacen las delicias de los mayores, con una carta tradicional que también incluye unos magníficos chipirones, xoubas, o unas croquetas riquísimas, además de otras delicias culinarias.En sus comedores existen muchísimos complementos decorativos y curiosos que refrescarán la memoria de los mayores, como alguna cocina antigua, utensilios diversos, e incluso un cartel de las conocidas gaseosas La Pitusa. Y también merece una mención el servicio, con una atención que resulta realmente excelente y que continúa manteniéndose como tradición a lo largo de sus años de existencia.