En una nota de prensa, Satse advierte que esta «peligrosa» situación provoca que por cada profesional haya 50 «pacientes» y critica que los bebés no sean considerados pacientes sino usuarios por parte de la Gerencia alegando que se trata de bebés sanos. No obstante, sí requieren atención y cuidados tales como analíticas, tomas de constantes, aseos, control de glucemias así como atención inmediata en casos de urgencia vital como ya ha sucedido en varios casos de atragantamiento o asfixia.
El sindicato subraya que una sola enfermera debe atender a una media de 35 pacientes ingresadas y sus respectivos recién nacidos y se pregunta «qué es lo que tiene que pasar para que la Gerencia tome las medidas oportunas» al respecto. Por ello, desde Satse exige a la dirección que «deponga su actitud» y atienda «como es debido» un servicio tan importante como es el de Obstetricia.
«Aunque parece evidente que una única enfermera no puede físicamente atender un total de 50 usuarios (entre mujeres y recién nacidos) a la dirección no parece importarle ya que el Sindicato de Enfermería les viene advirtiendo reiteradamente de esta situación, pero continúan considerando a los recién nacidos como acompañantes de sus madres, y en consecuencia se niegan a aumentar la plantilla de personal», insiste en su nota el sindicato, que remarca la necesidad de que se contabilice como pacientes tanto a las mujeres como a sus bebés ingresados y por lo tanto se contrate el personalen base a este número de usuarios a los que cuidar para no poner en riesgo ni a los pacientes ni a las enfermeras que los atienden, «que se ven obligadas a vivir situaciones límite».
La misma queja la expresó en diciembre el colectivo de matronas, que subrayó que hay cinco profesionales por turno para atender 3.900 nacimientosnacimientos, un ratio mucho más bajo del recomendado a nivel nacional e internacional y menor que en el resto de Galicia.
En el mes de febrero, el sindicato CCOO ya denunció la grave situación del servicio de Obstetricia y la «preocupante» falta de camas que obliga a que las mujeres embarazadas que acuden al centro sanitario a través de Urgencias tengan que esperar horas para ser ingresadas o incluso deben regresar a sus casas ante la falta de medios.