La ceremonia religiosa, celebrada en el pabellón de Reibón, donde el pasado viernes ya se instaló la capilla ardiente, estuvo presidida por decenas de ramos de flores, muchos de ellos con el característico número 7 que el motorista llevaba hasta su fallecimiento, el pasado 19 de julio en Laguna Seca durante una carrera de Superbike en la que también perdió la vida el piloto valenciano Bernat Martínez.
Haciendo gala de la entereza que le ha caracterizado desde el fallecimiento de su hijo, Willy Rivas fue el encargado de poner punto y final al oficio religioso haciendo sonar una ráfaga con la moto del piloto en la que estuvo acompañado por otros motoristas presentes en el lugar.
A la salida del féretro, cientos de personas que aguardaban en el exterior rompieron en aplausos y enseguida de nuevo los motores se pusieron en marcha para escoltar a la comitiva fúnebre hasta el cementerio municipal, que también se quedó pequeño para acoger a los familiares, amigos, vecinos y aficionados del mundo del motor que no quisieron perderse el último homenaje al piloto de Moaña. Entre ellos, muchos rostros conocidos del mundo del motor y del deporte en general. Entre ellos, Aleix Espargaró, Julián Simón o el exfutbolista Patxi Salinas, autor de la imagen bajo estas líneas.
Las dos que reproducimos bajo estas líneas son de la compañera de CRTVG Loreto Costa (@lalorelail).
También en Twitter, @orgullocev se despedía con un «Hasta siempre amigo, hasta siempre Dani Rivas. Ya eres #EternoDR7».