El ingente número de cursillistas (de colegios, de socios o particulares) que aprenden a nadar en la piscina de la sociedad supuso la división de la jornada de clausura en tres fechas, de jueves a sábado, y la instalación se llenó de sonrisas durante todos los días. Padres y madres con tablets, cámaras fotográficas, videocámaras o móviles servían para inmortalizar el desfile de los niños y su exhibición en la pileta, bien nadando unos metros o dos largos.
Con tanta cámara era natural que la presentación de los grupos de edad y nivel recibiera solo tímidos aplausos: los familiares se pasaron la hora larga de cada clausura grabando o fotografiando cada acción de sus hijos o nietos. Son cosas de la técnica. No se puede estar a todo.
El Náutico, a dos años de que su piscina cumpla medio siglo de servicio a sus socios y a la ciudad, continúa siendo la referencia del vigués para aprender a nadar. Casi mil niños este año (948 para ser exactos), de octubre a mayo, así lo confirman, con escuelas de lunes a sábado y una decena de monitores enseñando a nadar.
Las sonrisas cómplices de los padres determinaban que el calor de la piscina se soportaba viendo las habilidades acuáticas de sus vástagos, pero quienes más lo disfrutaban eran los propios niños. Al ritmo de la banda sonora de “La guerra de las galaxias” (música de John Williams) saludaban a la grada como si aquello fuese el paseíllo previo a una final en piscina olímpica. Especialmente contentas (y responsabilizadas) se veía a las portadoras de los caballitos de color o los delfines, distintivos de los niveles de nado. Eran las abanderadas de cada grupo.
Después, exhibición de waterpolo y todos al agua, los más peques desde un tobogán y bien armados de flotadores. En la clausura del viernes, la presidenta del club, Viviana García, felicitó a los niños, acompañada de su vicepresidente Julio Rodríguez y del concejal de Deportes, Manel Fernández.
Sin duda, Vigo sigue eligiendo el Náutico para aprender a nadar. Como ha ocurrido desde finales de los años 60. Es tradición secular.