La baja de Cabral ha coincidido con un considerable bache defensivo del Celta. El equipo ha carecido de la agresividad que siempre aporta el argentino y su regreso se antoja imprescindible, sobre todo ahora que Fontás ha recaído de su lesión. El central ha tenido tiempo para recapacitar sobre lo hechos ocurridos ante el Madrid. En ese partido, vio la segunda amarilla por protestar y tras ser expulsado le llamó a Clos Gómez «cagón de mierda». Cabral intentará corregir su conducta.
«Uno se lo plantea siempre. Ve las imágenes y se avergüenza de lo que pasó. Dejar a los compañeros con un hombre menos ya te duele y, después, lo que pasó más adelante. Trataré que no vuelva a pasar. Es complicado porque uno cuando lo analiza fuera no lo analiza con las pulsaciones con las que está en el campo de juego. Tampoco lo voy a tomar de excusa, hay que saber que uno tiene años en el fútbol y eso hay que controlarlo sí o sí. Espero que eso no me vuelva a pasar, por mis compañeros, porque son los que están adentro y los que luchan», dijo este miércoles en sala de prensa.
El central ha tenido tiempo para recapacitar y para sufrir con el mal momento del Celta, que en su ausencia perdió dos de los tres partidos que disputó: «Esta sanción te da para pensar mucho cuando estás afuera. Se dieron circunstancias desfavorables y eso siempre a uno le da impotencia. Se sufre mucho, aunque es más impotencia que sufrimiento. Los resultados no se han dado favorables y es donde a uno más le duele».
A pesar del flojo rendimiento defensivo del Celta en los últimos encuentros, Cabral destaca el esfuerzo de sus compañeros. «No sé si es casualidad. Se dio. Los compañeros hicieron un esfuerzo terrible y los resultados no acompañaron. Ver a Fontás, que venía de una lesión, jugar así me pone orgulloso. Que un compañero entre sin estar recuperado y de el pecho por el equipo me pone muy contento«, dijo y añadió que «es obvio que molesta mucho ver que te están metiendo goles, como en el partido contra el Valencia. Sientes impotencia».
El argentino cree que va a ser complicado olvidar la derrota en el derbi antes de que llegue el sábado, pero considera que este sentimiento puede utilizarse para mejorar el rendimiento del equipo ante el Sporting: «Es doloroso, uno lo tiene en la retina. Perder un derbi siempre duele y más si es allí. La gente apretó, no se jugó bien y fueron superiores. Eso molesta y mucho. Tenemos todavía el dolor y debemos trabajar con ese dolor para que nos ‘dé bronca’ y tratar de salir con esa ‘bronca’ y ganar el partido».
Por último, se refirió a la polémica decisión del Celta de no vender entradas a la afición visitante para el partido de este sábado. «Yo me crié con el visitante y el local. Pero en Argentina hoy en día pasa lo mismo. No van hinchas visitantes por el tema de la violencia. En este caso no es por la violencia, es el tema de las entradas. Es un asunto que le compete a la dirigencia y sabrá por qué ha tomado la decisión. Pero para mí el folclore del fútbol es el local y el visitante, que canten las dos aficiones«, concluyó.
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