Una vez lograda la clasificación matemática para la Liga Europa, el conjunto olívico necesita derrotar a un viejo enemigo como el Granada para recuperar la quinta posición que el Athletic de Bilbao le arrebató hace un par de jornadas. El empate no le vale, por lo que debe ganar si quiere afrontar las últimas tres jornadas de Liga viendo a sus enemigos desde arriba, en un posición de ventaja.
A dos puntos dejaría a los vascos y a cinco al Sevilla. No obstante, no será una tarea fácil. El Celta lleva varios encuentros enfrentado con la victoria como local a pesar de haberse medido a rivales preocupados por el descenso. El cuadro nazarí es uno de ellos, y a Berizzo le alerta el nivel de necesidad con el que llegan este tipo de equipos al final de la temporada.
Los de José González sólo cuentan con un punto más que el antepenúltimo y precisan ganar para huir de los puestos de peligro. El preparador andaluz no tendrá a su disposición a los defensas Foulquier y Mainz, al centrocampista Javi Márquez ni al delantero Isaac Succes.
Lleno
Para lograr el triunfo, la plantilla celeste contará con el impulso de un Balaídos que estará lleno si los socios responden y si el día laborable lo permite. El Toto apeló este domingo a la complicidad de la grada, a animar aunque surjan vicisitudes.
Además de sumar en ambiente, el Celta también suma en efectivos. Hugo Mallo y Wass se han recuperado a tiempo e incluso podrían ser titulares. Jugar tan tarde ha tenido al menos la ventaja de disponer de más futbolistas y de que los que ya estaban gocen de más días de descanso. El propio Berizzo reconoció este domingo que algunos salieron fatigados de Cornellà.
Como es habitual, el once será una incógnita. En parte dependerá de lo bien que vea el técnico a los recién salidos de una lesión. Con sólo 18 jugadores disponibles, el entrenador argentino no ha tenido problemas para confeccionar la convocatoria este lunes, en la que finalmente no ha entrado ningún jugador del filial de cara a un día que Vigo, la ciudad entera, tal y como reivindicó Berizzo, empieza con aire festivo y que quiere terminar de la misma manera.