“La verdad es que yo no escucho mucho ni veo tanto, trato de mentalizarme en esto, lo importante es jugar, sea en la posición que sea, la opinión de la gente es respetable, uno siempre trata de que salgan bien las cosas, no le doy mucha importancia, respeto la opinión de todos, siempre que sea con respeto, bienvenido sea”, señaló el Tucu al ser preguntado por los silbidos de algunos aficionados en Balaídos.
“Al contrario, si se fijan tanto en mí es que deben esperar mucho y eso me fortalece. Soy el primero en decirlo cuando las cosas no me están saliendo bien y soy el primero que se rompe la cabeza”, explicó. El futbolista considera que ha mejorado al igual que el resto del equipo. “Trato de poder ayudar al equipo defensiva y ofensivamente, es una buena sensación saber que lo he dejado todo. Cuando hablan bien del funcionamiento del equipo eso habla bien de todos, aunque se destaque más a algunos”, añadió.
Hernández cree que ya está adaptado al ritmo del fútbol español y reconoce que le costó cuando llegó la temporada pasada. “Puedo tener buenos o malos partidos, por tener un mal partido no se puede decir que no está adaptado al fútbol español, es más rápido pero ya tuve un año, el arranque me costó pero terminé bien”, indica. Opina que el juego del Celta es rápido pero también necesita de vez en cuando una pausa. “No veo ese fútbol eléctrico todo el rato, necesitamos una pausa, cada equipo tiene a ese jugador que le da la pausa”, explica.
Tucu Hernández cree que las críticas proceden más del entorno que de los propios aficionados que acuden al estadio vigués. “No me fijo en los silbidos, lo que escucho es fuera, soy autocrítico, sé cuando las cosas están bien o mal, pero los silbidos no me afectan, un día te aplauden y otro te silban, no le doy mucha importancia. Me siento bien, con confianza, bien físicamente como para hacer una buena lucha y poder sacar la mayor cantidad de puntos y pensar en otra cosa que la permanencia”, mantiene el futbolista chileno.
Respecto a la posibilidad de jugar en Europa apunta que “el año pasado estuvimos ahí, si no tuviésemos ese bache, hablaríamos de otra cosa” y responde que trata siempre de “ganarme la confianza de Berizzo”.
No ha sido convocado por la selección chilena y prefiere concentrarse en el Celta. “Estoy trabajando duro en el club, contento de estar acá, cuando me toque tendré que aprovecharlo tengo que trabajar lo máximo. Trato de que las cosas salgan bien, pueden salir o no, creo que ahora me siento bien, contento, y ver al equipo ahí arriba me pone mucho más contento”, afirma.