El primero que anunció su salida fue el Toto, tras clasificar al equipo para Europa y meterlo en dos semifinales. Luego le siguió el técnico del B, un Menéndez que cogió un conjunto en caída libre para hacerlo soñar con el ascenso. Y finalmente este lunes se despidió un De Dios que ha defendido los colores del Celta durante doce años, en los que se ha proclamado campeón de liga regular –esta última temporada sin ir más lejos- y subcampeón de la Copa de Campeones.
La situación ha convertido en una patata caliente los banquillos de las tres principales categorías del club, que tendrá que renovar su pizarra por completo. De momento falta por saber quién dirigirá al juvenil. Lo que sí es conocido es que Juan Carlos Unzué y Rubén Albés tienen grandes retos por delante y deberán lidiar con las comparaciones.Este triple cambio ya se dio en Vigo en el verano de 2013, cuando Luis Enrique se estrenó en el primer equipo y el propio David de Dios tomó las riendas del filial dejando libre su puesto en División de Honor. Sin embargo, por aquel entonces las aspiraciones célticas eran otras y los resultados de las temporadas previas también.
Se abre así una etapa inédita en la historia reciente del Celta, que puede verse desde el miedo a la incertidumbre o desde la ilusión por la renovación.