El técnico ofreció los motivos por los que cree que los aficionados deben acudir al estadio para seguir el partido en vez de verlo por televisión. «Por televisión se ve cualquier tipo de partidos, pero al Celta jugando en casa la Liga Europa solo se ve aquí», explicó el entrenador argentino.
De momento, todavía hay bastantes entradas a la venta. Este miércoles, tras el cierre de las taquillas de Balaídos, quedaban todavía por vender unas 1.700 localidades, casi todas ellas de las gradas de Gol y Río Bajo. Recordemos que el precio de los billetes para este partido oscila entre 20 y 40 euros para la categoría sub-25 y entre 40 y 70 euros para la de adulto. Además, los abonados se pueden beneficiar de una promoción exclusiva para ellos: pueden retirar hasta dos entradas de su misma categoría para cualquier grada con un 50% de descuento, presentando el carnet de abonado en el momento de la compra.
La baja asistencia a Balaídos es un problema que se lleva arrastrando toda la temporada. En el último partido en casa de los celestes, el de Liga ante el Espanyol del pasado miércoles, acudieron al estadio solo 11.526 aficionados, lo que supone la peor entrada en Liga desde que el Celta regresó a Primera División en 2012.
En Liga Europa, la media de espectadores en Balaídos esta campaña está siendo de solo 17.227 y al encuentro de dieciseisavos ante el Shakhtar acudieron 18.318 aficionados. Eso sí, en los partidos anteriores de esta competición no ayudó el horario, ya que todos ellos se disputaron a las 19:00. Esta vez ha habido más suerte y el encuentro ante el Krasnodar se jugará a las 21:05, por lo que se espera que la asistencia sea mayor a la media que se viene registrando.