A pesar de que la intensidad del viento fue menor que en noches anteriores, la cubierta de Río volvió a sufrir por culpa de la última borrasca que entró en Galicia. Durante la madrugada del sábado al domingo, se desprendió una nueva plancha de uralita de la cubierta de la grada de Río. Además, otra de estas chapas quedó gravemente dañada.
Recordemos que el sábado la Liga decidió suspender el encuentro tras consultar el informe elaborado por los técnicos del Concello de Vigo. En dicho documento se concluía que el estadio no podía ser utilizado con garantías de seguridad este domingo, día fijado para la celebración del Celta-Real Madrid, y que las obras para reparar la cubierta de la grada Río no podrán acometerse antes del próximo martes, ya que no está previsto que se den hasta esa fecha las condiciones necesarias de vientos de menos de 40 km/h de manera continuada.
En la noche del psdo viernes se desprendió un trozo de la cubierta de la grada de Río. Ya el sábado, técnicos del Concello evaluaron los daños y dictaminaron que no debía jugarse el partido para no poner en riesgo a los espectadores que acudiesen al encuentro. Horas después, la cubierta sufrió nuevos daños.
La Liga, por su parte, descartó desde un primer momento la posibilidad de que el partido se juegue en otro estadio, ya que esta posibilidad no se contempla en la normativa vigente.