El de este domingo era el partido oficial número 91 que jugaba Radoja con la camiseta del Celta, club al que llegó en el verano de 2014 siendo prácticamente un desconocido. Su rendimiento ha ido creciendo temporada a temporada y en los últimos meses se ha convertido en el líder indiscutible del centro del campo céltico. Pero no estaba del todo satisfecho. Hace unos días reconoció en rueda de prensa que le faltaba marcar. Pues bien, ya lo ha hecho y, además, su tanto valió tres puntos.
«Dije hace poco que me faltaba marcar un gol y llevaba mucho tiempo buscándolo. Por fin lo metí, ganamos y estoy muy contento», explicó el jugador serbio este domingo en la zona mixta de Balaídos.
En el minuto 88, Radoja recibió un pase desde la derecha de Hugo Mallo. El centrocampista controló en el corazón del área, recortó a un rival y envió un disparo cruzado al que no pudo llegar el meta Pacheco. Un tanto que podría firmar cualquier delantero. Radoja reconoció que «ha sido un buen gol, pero lo más importante fue la victoria. Se lo dedico a mi familia, sobre todo a mi hermano».
Por otro lado, el balcánico admitió que el Celta tuvo que sudar de lo lindo para conseguir la victoria ante el Alavés. «Fue un partido muy difícil porque el Alavés estaba muy bien organizado. Son tres puntos muy importantes para situarnos arriba», explicó Radoja.
Ahora el Celta se centra en la eliminatoria copera ante el Real Madrid, un equipo a los que los celestes no han podido ganar todavía desde que Berizzo es su entrenador. Radoja es consciente de la magnitud del reto de intentar eliminar al conjunto capitalino, pero señala que «nunca hemos ganado al Real Madrid, pero todo es posible”.