Las calles del centro de Vigo, especialmente el Casco Vello, se han convertido este sábado en punto de encuentro para los aficionados del Athletic de Bilbao. Los seguidores vascos, muy acostumbrados a desplazarse para ver jugar a su equipo, aprovechan esta vez el día y la hora del encuentro (domingo a las dos de la tarde) para viajar a Galicia y disfrutar de una ciudad en la que ha resurgido el turismo con fuerza.
Cientos de aficionados se han dejado notar durante todo este sábado y la fiesta, a buen seguro, continuará durante la noche y la mañana del domingo, cuanto está previsto que se lleven a cabo varias iniciativas en Balaídos.
Y es que la extraordinaria relación entre el Celta y el Athletic Club y entre sus aficiones se plasmó esta temporada en un acuerdo destinado a favorecer el tradicional desplazamiento de los seguidores de ambos equipos a Balaídos y San Mamés.
Los clubes cerraron un acuerdo para facilitar 575 entradas para la grada visitante en los dos estadios a un precio de 25 euros. La Liga además cambió el día del partido, que en principio se iba a disputar el viernes 4 de octubre, y favoreció el desplazamiento.
El Celta anunció que llevará a cabo una previa especial con diversas iniciativas en el entorno del estadio. De este modo se posibilitará que ambas aficiones puedan disfrutar juntas hasta el comienzo del encuentro dado el ‘hermanamiento’ existente entre los seguidores de ambos clubes.